Enviar a email
  

  
Tiempo de lectura
02:32 min.
18/Sep/2009
Emprendedor Sublime

El emprendedor que busca.

El emprendedor no se queda con el primer intento frustrado, ni con el primer ?no?, en apariencia terminante. El emprendedor busca. Rompe el silencio. Y hace ruido en algún lugar. Y en algún lugar para alguien, ese alboroto será una sinfonía adecuada.

Compartir
?Vine a buscarte. Estaba sentado frente al monitor, en el silencio absoluto de mí, con el escenario de una lluvia permanente. Cada gota caía como plomo, como si dejara a entender que con ese clima y en ese contexto debía acostumbrarme a vivir. Vino el viento, parecía aislarla, pero en verdad solo la alejaba por un momento, entonces yo aprovechaba para escucharme. En esos interines soñaba con ver el sol. Deseaba que todo se despejara para tener una respuesta. Fue un instante el que por fin me decidió. Y vine a buscarte. Porque comprendí que hay que salir a buscar. Que nadie estará imaginando, tras la puerta de tu casa, cómo sos y qué tenés para dar. Entonces vine. Vine para que tal vez me digas que sí. O para que quizás me digas que no. Pero vine a buscarte?.
Gisela Mancuso, Vine a buscarte.

A veces sabemos que podemos ser ?buenos emprendedores? con respecto a determinada actividad, creemos en nosotros, pero no lo suficiente como para enfrentarnos al mundo, a una realidad en la que conviven innumerables factores, valores, y corrupciones. Para mostrarnos. Para golpear puertas, para asomarnos desde la ventana de ese encierro con nuestra aptitud y nuestro talento, y animarnos a preguntar si tal vez quieren conocer lo que tenemos para dar. Lo que somos capaces de hacer para el bien de una empresa, para fundarla, o para incorporarnos a ella y hacerla más vistosa. Entonces la alternativa es quedarse sentado frente al monitor con nuestra idea, nuestras ganas, nuestros obstáculos y agachar la cabeza frente a la toma de una decisión: salir a buscar para que nos encuentren. Porque todos sabemos que la bella durmiente es un cuento de hadas, y no van a tocar el timbre de nuestras casas para preguntarnos si somos buenos y para qué.

Entonces ?no sin ponerse la tan conveniente máscara de la seguridad- salir a improvisar un intento. Recargar de energías la esperanza. Y arriesgarnos a los términos de la disyunción. Tal vez nos digan que no, y entonces, otra vez frente al escritorio estaremos pensando si quedarnos, o intentarlo de nuevo. Entonces, la constancia será una virtud para aprender. Pero tal vez nos dicen que sí. Y nos dan la oportunidad de enseñar nuestro brillo.

Si es verdad que todo llega, también es cierto que solo llega si salimos a buscarlo.

El emprendedor no se queda con el primer intento frustrado, ni con el primer ?no?, en apariencia terminante. El emprendedor busca. Sale de su casa. Rompe el silencio. Y hace ruido en algún lugar. Y en algún lugar, para alguien, ese alboroto será una sinfonía adecuada para sus propios intereses emprendedores.

Ojalá que te escuches. Que el silencio te sorprenda, y afloren las notas que conforman tu música.

Que luego te escuchen. Y seas el mejor disco para ese productor, a esa hora, en ese momento. Y que te diga que sí. Que te diga que si. Y todos te escuchen.

fuente:emprendedoresnews.com
Fecha
18/Sep/2009
Etiquetas
emprendedor busca emprendedores
Los 7 hábitos automáticos de los líderes

Los 7 hábitos automáticos de los líderes

Los líderes de mayor éxito son, entre otras muchas cosas, decisores instintivos. Ellos han aprendido el arte de visualizar anticipadamente modelos de negocio, hallan oportunidades en situaciones de mucha presión, sirven a la gente que lideran y son capaces de sobreponerse a las dificultades.

14/Abr/2015
Compartir

Boletín por email

Únete
Cargando...