Hay que convencer a los emprendedores de que es mejor que compartan sus ideas.

Paul Osterman es vicedecano de la Escuela de Negocios Sloan del MIT, uno de los principales viveros de emprendedores con éxito del mundo. En Valencia, trató de explicar cómo se puede formar a mejores emprendedores y habló sobre la relación entre la tecnología y las nuevas formas de organizar el trabajo.

-¿Cómo está cambiando la tecnología las formas de organizar el trabajo?
-Dentro de las empresas ganan importancia los equipos. En vez de trabajar individualmente ahora hay que trabajar en grupo y esto requiere distintas capacidades, negociación, interacción con otros. Se deben tener capacidades más amplias que antes. Eso dentro de empresas. Entre empresas, las compañías no concentran tantas actividades distintas, se usan más empresas de trabajo temporal, subcontratas... No sólo para disminuir la calidad del trabajo sino para ser más eficaz dejando que otra empresa haga lo que puede hacer mejor que nuestra empresa. La tecnología ayuda a esa tendencia porque se puede trabajar en la distancia, pero también procede de la idea de capacidades claves, la idea de que la empresa se va a enfocar en su capacidad clave y va a dar otros que no son claves para la empresa. Aquí en España hay una idea de que el trabajo temporal es trabajo basura, pero también hay otra versión que es esta que he explicado.

-¿Permitirá la tecnología una distribución geográfica del trabajo, de manera que se pueda elegir con más flexibilidad el centro laboral, mejorando al mismo tiempo problemas como la escasez de la vivienda o la polución concentrada en determinados centros urbanos?
-En EE.UU se ha producido un crecimiento de población y tasa de actividad económica en algunas poblaciones medianas. Y es en parte por la tecnología, aunque también por el precio del suelo, la menor actividad de los sindicatos que beneficia a las empresas. Hay muchas razones para que las empresas crezcan en poblaciones medianas, aunque no en zonas aisladas.

-Entonces estamos hablando de cambios para las empresas, pero, individualmente, ¿será posible vivir donde se quiera?
-Bueno, quizá algunos trabajadores, ingenieros, por ejemplo, puedan trabajar a través de la red, pero hay que recordar que la mayoría de la población no trabaja a través de la red, no son ingenieros... Mientras, sin contar con eso, mucha gente puede vivir en ciudades medianas por una variedad de razones y donde la calidad de vida es mejor.

-Por otro lado, la tecnología ha permitido un aumento de la productividad gracias a la mayor autonomía de los empleados, pero al mismo tiempo hay un impulso por parte de las empresas para controlar lo que estos empleados hacen en la red.
-Es la paradoja de la tecnología. Se puede utilizar la misma tecnología para impulsar la creatividad y para controlar a la gente. Ahora mismo hay un gran debate dentro de las empresas entre los que tienden a controlar más y los que tienden a dar más libertad y la respuesta está aún muy abierta, no hay resultados determinantes.

-¿Y desde el punto de vista académico...?
-La respuesta que va a ganar será la que de más eficacia a la empresa, pero también depende del poder que tenga la mano de obra. Si la mano de obra tiene una cierta independencia. Desde mi punto de vista, las empresas que dan más poder a sus empleados para que den sus ideas y las aprovecha son las que tienen mayor productividad y más calidad. Un ejemplo es Toyota. Es la empresa más exitosa del mundo, sus empleados trabajan en equipos y pueden ofrecer sus propias ideas.

-La tecnología también ha provocado un cambio en la gestión de la información. Antes la empresa que más información tenía y más exclusiva era la que triunfaba, ahora se comparte mucho más. ¿Qué ventajas ofrece esta nueva visión de los negocios?
-Hay ejemplos de esto último, como son los empresarios textiles del norte de Italia o el mismo de Silicon Valley, allí siempre hay un intercambio de gente desde unas empresas a otras. Allí hay una broma que dice es más fácil cambiar de trabajo que cambiar de grupo para compartir coche. Es importante convencer a los emprendedores de que es mejor compartir que quedarse con sus ideas. No está claro tampoco, pero hay una tendencia a compartir y el mejor ejemplo es Silicon Valley. Los empresarios pueden mejorar sus ideas mutuamente y hemos visto los resultados en cierto tipo de software, como Linux.

fuente:emprendedoresnews.com