Enviar a email
  

  
Tiempo de lectura
04:58 min.
18/Sep/2009
Emprendedor Sublime

Teoría de la relatividad del lenguaje. La realidad relativa exige un emprendedor atento.

El emprendedor se mueve en espacios donde el lenguaje se utiliza para construir, aún sobre escenarios maltratados y palabras sin realidad. Que el lenguaje se caiga depende de que creamos en la comunicación de acciones consumadas hacia los seres libres.

Compartir
El emprendedor le da pleno uso a sus sentidos para no ubicarse como presa de la trampa tendida por los artífices de una realidad relativa.

El emprendedor abre los ojos, focaliza sus oídos, observa, escucha, digiere y procesa.
Lo que le dijeron no es verdad, es una realidad construida y reforzada como ?real? a partir de la apelación a la autoridad de lo correcto y absoluto; lo que dicho sea de paso no existe; como no existe la propia realidad sino a partir de su creación mediante el uso de los juegos del lenguaje, de las reglas de uso que imperan en las diversas subculturas, de las reglas de uso de las élites dominantes.
El emprendedor está preparado para advertirlo cuando aquél discurso obstaculiza sus proyectos a corto o mediano plazo y aún cuando son una piedra para la operatividad de los simples actos cotidianos.

Así como se dice y se verifica de algo que se suelta y se cae -lo cual alcanza cierta categoría de absoluto- también es conveniente tener la misma ?certeza? respecto al poder del lenguaje, en todas sus manifestaciones, para crear estados de cosas, realidades, construcciones de lo que se ve, de lo que se oye y de lo que quiere que se vea y oiga. Las cosas existen como cosas diferenciales a partir del nombre que le hemos puesto convencionalmente para entendernos, para comunicarnos. Sin embargo, lo que podría parecer como una herramienta sumamente útil que no se ofrece para el servicio de comunidades minoritarias, es en verdad un arma filosa que es tan productiva y necesaria como destructiva y prescindente. Así, el lenguaje es utilizado para persuadir en sentido positivo; esto es crear una realidad que es descripta para convencer al otro acerca de la utilidad de algún producto (lo cual es a corto plazo verificable); también es utilizado para persuadir en sentido negativo; esto es inventar una realidad, ofrecer estadísticas que no se condicen con lo que se observa; convencer al interlocutor de que se hará tal o cual acción (a corto plazo difícilmente verificable), produciendo un engaño del que se es víctima salvo que el emprendedor se despierte y convenga con su propia convicción en crear la realidad de acuerdo a lo que ve y le sucede, poniéndola en contraposición con la que se dice que es y la que se dice que será. El lenguaje mismo crea la palabra autoridad, crea el nombramiento de quien llenará el vacío de la palabra, crea el discurso de esa creación del lenguaje. Estará en el emprendedor llenar el nombre de las cosas con el sentido que para él poseen, y sumarse a las ?autoridades? manifestando sus peticiones y sus opiniones prevenido de la relatividad de todo cuanto se dice, de la parcialidad de lo que se muestra y; aún, del lenguaje visual que se utiliza para llamar la atención a partir de elementos que en nada influyen o suman a la hora de poner en acción sea una plataforma política; sea una base política debajo de la cual no hay más que agua, donde estarán ahogados todos, hayan creído o no hayan creído en la verosimilitud de lo que le han dicho que es, de lo que le han dicho que será. Cierto es que estos vericuetos nos sorprenden a diario en todos los ámbitos donde nos movemos; como cierto es que eso sucede en tanto se encuentra avalado por un sistema de ideas, de desaires e indiferencias que se manifiesta a través del código común de quienes quieren conservarlo porque los beneficia y que se enseña en las escuelas, en los dibujos animados y en todos los medios masivos para que se incorporen al hombre como parte de él. Hasta alcanzar el grado de verdad universal. De realidad verdadera y absoluta. De lo mejor es esto. Y es lo único que hay. Prevenidos algunos del poder del lenguaje, de la iteración de fracasos y de la frustración frente a las promesas rotas, estarán atentos y contentos cuando el sistema les permita cuestionar lo creado especialmente para él, para convencerlo; porque, lógicamente, también asiste con razón un gran miedo y es el de perderse, y dejar de formar parte. Como les pasa a los no prevenidos que interpretan un acto pasajero de entrega como el lenguaje permanente de un grupo de destacados políticos. Es una suerte y una lástima que poca creencia exista en nada y en nadie. Y que aquellos a quienes no les creemos terminen por crear, conformar y deformar nuestras realidades. Condicionar en más o en menos nuestras vidas. Destruir en más o en menos otras tantas.

A veces es mejor no darse cuenta, dirán. Porque al darse cuenta uno es invitado a ingresar al gran laberinto de la impotencia, creyéndose dueño de grandes ideas para el provecho de la humanidad y del mundo sin poder practicarlas sin ser considerado un ?inadaptado?, o un anti-capitalista empedernido. Pero darse cuenta a veces permite saber cómo moverse, qué decir, qué creer y, al menos, optar por el silencio o la acción de hormiga solapada y escondida que hace lo propio y lo digno desde su lugar de minoría excluyente. Aún no han gravado la posibilidad de elegir entre decir en palabras o mantenerse callado. Y esto último es lenguaje, es poder y dice tanto más que cualquier mentira disfrazada artificiosamente, que cualquier promesa inútil en cualquier ámbito de la vida en comparación con los hechos y las acciones que se hacen, que se hicieron y que, en definitiva, nos dicen, nos anticipan, que aquella no será cumplida.

El emprendedor se mueve en espacios donde el lenguaje se utiliza para construir, aún sobre escenarios maltratados, maquetas destruidas, silencios de acción, palabras sin realidad.
Que el lenguaje que nos empobrece se caiga depende de que lo hagamos relativo. Y de que creamos en la comunicación no a partir de enunciados hacia engañados sino de acciones consumadas hacia los seres libres que decidieron.

fuente:emprendedoresnews.com
Fecha
18/Sep/2009
Etiquetas
emprendedor lenguaje atento comunicación
Los 7 hábitos automáticos de los líderes

Los 7 hábitos automáticos de los líderes

Los líderes de mayor éxito son, entre otras muchas cosas, decisores instintivos. Ellos han aprendido el arte de visualizar anticipadamente modelos de negocio, hallan oportunidades en situaciones de mucha presión, sirven a la gente que lideran y son capaces de sobreponerse a las dificultades.

14/Abr/2015
Compartir

Boletín por email

Únete
Cargando...