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04:51 min.
08/Mar/2010
Emprendedor Sublime

La importancia de la planificación financiera.

Imaginemos el futuro, pongamos objetivos y tracemos un plan. Busquemos un balance entre la calidad de vida actual y la que queremos mantener hasta el final. Cuanto antes empecemos, mejor. De eso se trata la planificación financiera.

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?No son lo que yo esperaba, no son lo que yo creía, no son lo que imaginaba?. Esta frase, además de pertenecer a una maravillosa canción de Vicentico, sirve para graficar el escenario de cambio que se está viviendo y que muchos todavía no terminan de asimilar. Los videos digitales que se van a tomar del futuro de cada uno difieren completamente de las fotos sepia que uno tiene de sus generaciones
anteriores.

La imagen de una pareja de abuelos sentada en la puerta de su casa viendo pasar el tiempo quedó por siempre grabada en mi mente. Este cuadro corresponde a un modelo de vida donde se daban las siguientes características.

Estudiar consistía en completar la escuela primaria y pública. Esto, salvo muy raras excepciones, fue así para nuestros abuelos. En el caso de nuestros padres la gran mayoría completó la escuela secundaria, nuevamente pública, y comenzó a avanzar, en algunos casos, a estudios universitarios, también públicos.

Trabajar implicaba ingresar a una actividad, ya sea en el campo, en una empresa o continuando con el emprendimiento de sus ancestros y, como regla general, significaba desarrollar esa actividad hasta el fin de sus días. El motivo pudo ser la consolidación del conocimiento adquirido, la lealtad hacia quién le dio la primera oportunidad, el seguir los pasos de padres y abuelos. En cualquier caso, ese trabajo fue y es para toda la vida, sin demasiados cuestionamientos.

Jubilarse significaba descansar luego de una vida ?plena? de trabajo y disfrutar de los últimos ?pocos? años en compañía de los afectos. Y poco más?

Estas personas, que en promedio estudiaron desde los seis hasta los veinte años, y trabajaron durante otros cuarenta, alrededor de los sesenta se convirtieron en personas mayores jubiladas por otros diez años. Éstas son las generaciones que nos preceden.

Muchos de nosotros fuimos educados y vivimos nuestra infancia y juventud bajo estos patrones de conducta, sin percibir completamente los cambios que se produjeron a nuestro alrededor y que nos afectarán fuertemente en el futuro. La vida de una persona de cuarenta años hoy se parece mucho más a la siguiente película.

Estudiar significó completar la escuela primaria, en muchos casos pública; también la secundaria y la universidad, y aquí casi sin excepción, privada o mixta. Además, muchos ya avanzaron en estudio de post-grado, y la educación que proyecta para sus hijos es ?la mejor?, lo cual se traduce casi mayoritariamente en privada desde que nacen (porque ahora los chicos comienzan la escuela con chupete, pañales y dos padres que trabajan para pagarla).

Trabajar implica ?experimentar? sensaciones. Se está a la búsqueda del lugar que le corresponde en el mundo, de la persona/empresa que reconozca lo que uno vale, que interprete las capacidades potenciales profundas. Esto lleva a estar entre cinco o diez años cambiando de trabajo, hasta encontrar ?el? lugar. Sin mencionar que muchas veces lo encuentra entre los 35 y 40 años, lo cual hace que sea muy poco frecuente y casi impensado comenzar a ahorrar para un futuro todavía muy, muy lejano porque uno es aún joven.

Formar pareja implica, además del amor, tomar un crédito para comprar un departamento, un auto, y tal vez también una casa en un barrio cerrado, y como necesidad derivada, otro auto. Esto lleva a vivir permanentemente cancelando deudas al tiempo que cambiando de trabajo y pagando los estudios de los hijos que hoy ya acceden a mejores colegios, con cuotas y libros más caros, listas de materiales, etc.

Lejos quedaron la varicela, el sarampión y todas esas enfermedades que uno sufrió de chico. Hoy la ?vieja? Sabín ya es la Quíntuple y reforzada con otra media docena de vacunas. Los adelantos de la medicina permitieron llegar a los 40 sintiendo que tiene 25, y esto sin hablar de la medicina estética reconstructiva que logra que la sensación interna de juventud se complemente con la imagen que le devuelve el espejo.

Se van a enfrentar los cincuenta con el desafío de afianzar la actividad laboral y cosechar los frutos del esfuerzo. Esto sin contar que, además, debe terminar de pagar las casas, los autos, los colegios, las vacaciones, la tecnología, y toda la magnífica calidad de vida que está construyendo a su alrededor.

A los 55-60 va a pensar que ya es tiempo de disfrutar del merecido descanso, sacar la silla a la puerta de casa y mirar pasar el tiempo. Ciertamente, esto no va a ser así. La vida es diferente y lo será aún más.

Debe prepararse para vivir muchos años. Necesita detener el tiempo por un instante y ponerse a pensar, a imaginar su futuro, a delinear objetivos y a trazar un plan. Hay que asegurarse y asegurarle a su familia poder disfrutar de los veinte, treinta, y quién sabe más años que tendrá por delante al final de su etapa laboral.

Tiene que buscar un balance entre la calidad de vida actual y la que quiere mantener hasta el final de sus días. Cuanto antes empiece, mayores serán las oportunidades que tendrá de lograr éxito en ambos procesos.

Cada uno merece el teléfono celular con mp3, cámara y video, las vacaciones en un crucero de lujo, un LCD que ocupe toda la pared del living, los mejores colegios para sus hijos, un departamento con SUM, pileta y gimnasio, escalar una montaña, estudiar filosofía, o lo que sea que lo haga sentir pleno como persona.

También, quiere seguir haciendo estas cosas hasta el final de sus días. Por eso, debe organizarse para que así suceda. De más está decir que, en ningún lugar del mundo, los Estados podrán garantizar esto. Afortunadamente, uno tiene las herramientas para lograrlo. Sólo queda empezar. De esto, se trata la planificación financiera personal.

fuente:emprendedoresnews.com
Fecha
08/Mar/2010
Etiquetas
planificación financiera emprender emprendedores
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