Algunas maneras de cuidar tu trabajo

Ahora lo tienes, te gusta, lo valoras y te esfuerzas por progresar. Pero la misma rutina laboral te hace perder de vista que, entre problemas locales y crisis globales, tu situación puede estar amenazada. Por una suma de factores, algunos propios y varios ajenos, un día aparece un fantasma que puede adoptar diferentes formas: necesidad de reestructurar la empresa, de reducir el personal o de achicar costos.

Ese es el momento preciso en que tu trabajo puede estar en riesgo. Y es cuando debes detenerte a reflexionar para ver si hay algo que puedas hacer tú misma para cuidar ese puesto que tanto te costó conseguir, que tanto significa en tu vida y que no quieres perder.

Algunas actitudes positivas y astutas pueden ayudarte a defender la situación y no ser parte del personal despedido.

* No actúes ambigua o seductoramente. Un jefe preocupado necesita concentrarse en los problemas más urgentes y si siente que le puedes traer complicaciones personales es posible que te despida para evitarlos.

* Llega temprano y quédate hasta tarde; cubre todos los ángulos y ayuda a tu jefe a resolver situaciones para que valore tu presencia y llegue a considerarte indispensable. Nadie despide a un empleado indispensable.

* Sonríe y ten una actitud positiva que se contagie a los demás. No lleves tus problemas personales a la oficina, déjalos afuera para conversarlos en el café con una amiga.

* Nunca hables mal de tus compañeros. Concéntrate en hacer bien lo tuyo y, si tienes ocasión, comenta tus logros con tu jefe ya que las mujeres, por educación, solemos ser de perfil demasiado bajo. Ten en cuenta que ser buena persona, a la larga o a la corta, siempre paga.

* Sigue entrenándote todo lo que puedas. Aprende otro idioma, sigue cursos, lee. Siempre despedirán primero a la persona menos preparada.

* Sé responsable. Cuando cometas un error -todos los cometemos- no esperes que lo descubran. Convérsalo con tu jefe, pídele ayuda y busca cuanto antes la solución.

* No tengas reparos en hacer propuestas que consideres mejoras para el trabajo y la empresa. Deja la sensación de que tienes la camiseta puesta, que formas parte del equipo, que te interesa lo que haces. Despedirán antes a alguien desinteresado que a ti.

* Cuida hasta los mínimos recursos de la empresa como los de tu casa. No desperdicies papel, clips o café. Es un buen ejemplo que se valora en tiempos difíciles.

* Mantén orden en tus papeles, tu escritorio, el lugar de trabajo, la cocina o el baño. El orden ayuda al bienestar y crea un clima de confort que todos aprecian.

* No olvides que, ante la necesidad de un despido, la mayoría de las empresas mide el desempeño de su personal; por lo tanto no confíes en tu historia previa. Solo tu trabajo entusiasta y bien hecho del momento puede darte cierta garantía de seguridad en tiempos en los que las garantías desaparecen.

fuente:ar.news.yahoo.com