La construcción de liderazgo

Lógicamente, la instancia es contínua y por lo tanto sumamente dinámica. La tarea, más allá del placer que implica hacer lo deseado, probablemente tenga su costado arduo.

El objeto del material a continuación es recordar algunos aspectos prácticos que facilitan el ejercicio del liderazgo. Especialmente aplicables a aquellas circunstancias en las que el chip de automático salta y las conductas que instintivamente facilitan el desarrollo del rol, terminan diluyéndose en los costados complejos del paradigma personal.

DESDE DONDE CONSTRUIMOS EL LIDERAZGO

Como inicio, vale decir que este ejercicio que iniciamos juntos es un análisis útil solamente a efectos de desarrollar racionalmente acciones que son usualmente intuitivas.

En ocasiones, estas acciones intuitivas tienden a diluirse inconscientemente frente a resistencias que el paradigma de funcionamiento propio, o el escenario de desarrollo del rol imponen. Y siendo más precisos no son unas o las otras, sino variables del escenario que impactan sobre zonas frágiles del funcionamiento propio. O sea resistencias propias y externas que operan en conjunto.

Es en esas circunstancias cuando se impone la instancia de análisis, la detección de las zonas disfuncionales propias y la identificación de las áreas de la organización que se tornan amenazantes. Y posteriormente, el trabajo sobre todas ellas.

Yendo a la práctica, construimos el liderazgo a partir de nuestras propias herramientas y capacidades, y desde la posición que la compañía nos otorga institucionalmente.

El camino del líder institucional es el cambio de status: de jefe impuesto a líder elegido y reconocido por el equipo.

Las herramientas y capacidades del líder, tienen valor cuando se aplican a la gestión de la realidad. Lo que diferencia claramente al líder de otras funciones, es cómo es visto y qué se espera de él.

Por lo tanto, esta instancia de pensar en cómo se construye el liderazgo nos lleva a considerar:

Capacidades propias inherentes al líder
Aplicación correcta de las mismas en el escenario de acción

El escenario es cambiante por naturaleza propia, por el devenir de los hechos y por estar integrado por personas. Por lo tanto será necesario que la ? caja de herramientas? para liderar en los escenarios diversos, contenga cantidad y diversidad de capacidades.

Repasando las capacidades que todo líder debería tener, diría que la primera e indispensable es la humildad. Permite tener una mirada amplia, revisarse, reconocer limitaciones y estar más abierto al aprendizaje y al cambio. Y además impacta positivamente en la relación con el equipo.

Segundo, conocer el negocio en su totalidad. Este aspecto es crucial y queda evidenciado en las situaciones de contingencia. Esta capacidad es irreemplazable. Contar con buenos especialistas alrededor es muy bueno, pero mucho mejor es tener capacidad de discernir sobre lo que aporta cada uno de ellos. Caso contrario, se transita un camino incierto.

Pensar estratégicamente constituye una capacidad indispensable para el líder. De esto dependerá su capacidad para diseñar y ejecutar plan, solo o en conjunto. También impactará directamente en la calidad de la toma de decisiones.

Sensibilidad, flexibilidad, capacidad de comunicar (escuchar y transmitir), son capacidades que facilitarán la relación del lider con su equipo y su entorno en general.

Por último discernimiento, convicción y firmeza para llevar al equipo a buen rumbo.

Por ahora entonces hemos desarrollado la construcción del liderazgo a partir del desarrollo de las capacidades del líder.

Ahora bien, cómo impactarán estas capacidades en los escenarios de desempeño?

En la próxima entrega profundizaremos sobre este aspecto, el escenario de aplicación y las capacidades aplicadas a la realiad única y cambiante.