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Gestión de empresa

Artículos e información de interés para las empresas

Tiempo de lectura
41:55 min.
04/Oct/2011
Emprendedor Sublime

Empresas inteligentes

Una Empresa inteligente se construye fundamentalmente con la calidad de su recurso humano

Esto exige que algunos empleados asuman el rol de ser líderes transformadores, convirtiéndose en personas capaces de no solo entrenar a sus subordinados, si no también que sean capaces de delegar en ellos ciertas actividades, orientando siempre los resultados en función de los objetivos de la Empresa, aprendiendo a trabajar en equipo a través de una comunicación eficaz, y asumiendo que este aprendizaje es una actividad continua y creativa de todos los componentes humanos de la empresa, y que debe transformarse continuamente como respuesta a las necesidades de los mismos individuos que la componen y también de la misma empresa u organizaciones y de otros individuos con las que esta se relaciona

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INTRODUCCIÓN.

PROBLEMA.

En la actualidad es indispensable tener una capacidad de aprendizaje abierta, que se refiere a una actitud y conducta del ser humano de conocer, ejercitar o practicar lo que se aprende, para un mejor aprovechamiento de las capacidades vitales en el entorno en el que se vive. Es así que estamos ante el surgimiento de la organización inteligente, cuyo capital más importante es la capacidad de generar conocimiento y tecnología, de inventar y aprender, de crear nuevas formas y sistemas para competir en un mundo en continuo progreso. La especialización y el continuo aprendizaje serán las nuevas cartas de presentación y la única forma de ascenso. Lo que cuenta, ahora, es el cúmulo de talentos que pueden crear y reinventar permanentemente la organización, sus procesos, sus productos y servicios. (Siliceo, Casares, Martínez; 2004: 30).

Es como surge el término de empresa inteligente la cual se trata de una organización que posee las habilidades para crear, adquirir y transferir conocimiento. Tiene también la capacidad de modificar su conducta, su manera de hacer las cosas, como efecto de haber adquirido nuevos conocimientos y puntos de vista. Con base en lo anterior, e interesados por la aplicación del presente tema en la entidad, nos hemos dado a la tarea de describir el funcionar de una empresa inteligente con base en la literatura existente, además de realizar una investigación de campo, la cual nos arrojara datos sobre el estado actual que guardan las empresas en relación a las características de una empresa inteligente.

REVISIÓN DE LA LITERATURA.

Una empresa inteligente es aquella empresa:

“En la que cada uno de sus empleados, en todos los niveles, tiene una clara definición de su VISIÓN y MISIÓN y, a través de ellas es capaz de mantenerse a través del tiempo”.5 “Que se adapta a los cambios que exigen las modificaciones de las circunstancias y que consigue de las personas que la constituyen un permanente deseo de superación, porque hace del aprendizaje continuo su modo de ser, generando nuevos conocimientos”.

EL FUTURO YA NO ES COMO ANTES:

“La nueva era de las organizaciones”

“En el mundo de las organizaciones, las cosas están cambiando de manera dramática, pero en México entero, el mayor drama lo constituye el hecho de que son muy pocas las instituciones que están haciendo algo realmente Efectivo para adecuarse a la nueva realidad.”

Nada la detiene, está en todas partes; no sirve de nada cerrar las puertas y ventanas, su avance es total; quien trata de ignorarla, solo retrasa su agonía… es la REVOLUCIÓN DEL CONOCIMIENTO.

Mal hacen quienes piensan que estamos asistiendo a un simple cambio de modelo económico, cuando en realidad, estamos siendo invitados de primera fila, a una de las revoluciones más asombrosas que haya conocido la humanidad: la revolución del hombre total. Estamos protagonizando la etapa del agotamiento de los modelos atómicos, para dar el paso a los modelos intelectuales.

El destino que nos espera es inexorable: finalmente el intelecto y el espíritu del trabajador de las empresas hacen explosión y se dimanan con gigantesca fuerza centrifuga hacia los cuatro confines del universo (norte, sur, este y oeste), reduciendo ineluctablemente la importancia de la parte física en el trabajo y llevando la fuerza del pensamiento y el arte humano a niveles impensados.

No hay vuelta atrás; nos guste o no, el conocimiento finalmente campea airoso como el eje central de la generación de la riqueza; esta nueva realidad, transformara de norte a sur y de oriente a poniente, las formas de organización social y las estructuras de las organizaciones en este nuevo macrocosmos, donde la información, la tecnología y el Capital Humano, poco a poco se posicionan como los pilares básicos de los procesos operativos, las actividades laborales, el quehacer directivo y el desarrollo del Liderazgo generativo.

El cliente de este milenio, ha lanzado su grito de guerra: quiere nuevo valor y este será mayor, en la medida en la cual, las organizaciones incorporen en sus procesos vitales mas conocimiento, innovación, oportunidad y rapidez. Cuatro detonadores a partir de los cuales se genera totalmente el desarrollo de las empresas y de la sociedad misma.

Los caprichos del devenir histórico, nos ha colocado en una situación difícil: somos una generación “puente”, con un pie en la vieja organización que va de salida y otro en la nueva organización que no termina de dibujarse. Lo anterior explica la gran resistencia que oponen algunos dirigentes al cambio; misma que se comprende, pero no se justifica.

Así, la pregunta correcta a esta situación debe ser: … Si la organización PIRAMIDAL constituyo el prototipo de la Era Industrial que se va: ¿Cuál será entonces el prototipo de la nueva organización, en la Era del Conocimiento?

La respuesta debe ser contundente si queremos ser líderes del nuevo paradigma: LA EMPRESA INTELIGENTE.

Utilizamos como sinónimos las expresiones empresa inteligente y organización que aprende. “Una organización aprende cuando traduce las enseñanzas obtenidas de su pasado en normas que orientan su conducta” (Barbara Levit y James G. March, Organizational Learning, American review of Sociology, 1988).

¿POR QUE LA EMPRESA INTELIGENTE?

Reflexionando sobre el acontecer en nuestra nación, el problema del estacionamiento con respecto al desarrollo, en el que nos encontramos, debe ser analizado en perspectivas diferentes a las que se han planteado hasta ahora:

Primero. Más que un estancamiento económico, debemos hablar de un estacionamiento empresarial.

Segundo. Se deben analizar las causas de tal estacionamiento en una perspectiva endógena -hacia dentro de la empresa-, no de manera excluyente a los análisis macro que se han hecho ya con abundancia, sino de manera complementaria.

Hasta hoy, todo ha gravitado sobre una temática: generar empleo. Desde luego que este asunto es algo fundamental, pero al parecer cada vez en mayor medida, nos olvidamos que el empleo, es efecto, y no causa de la problemática.

En realidad, más que generar empleo, el planteamiento toral de una comunidad, debe ser el lograr mejorar la calidad de vida de sus integrantes. La visión equivocada del problema ha hecho que nos hayamos convertido en un país de EMPLEADOS, protagonistas en potencia y accidente de la actividad económica nacional. Desde luego que el país necesita empleos y personas que trabajen en las empresas; pero su búsqueda, debe reorientarse a lograr lo mas importante: los empresarios que forjen dichas empresas.

Hoy por hoy, el destino de nuestro desarrollo económico, parece estar a miles de kilómetros de distancia, donde se decide si se invierte o no en México. La inversión y el capital foráneo desde luego son bienvenidos, pero lo que nos preguntamos es: ¿Dónde están los emprendedores y empresarios mexicanos?...

No es un secreto que la empresa actual está dando respuestas estadísticas a los problemas dinámicos que plantea la nueva realidad.

Hoy día en que el cliente está en boca de todos, pero en manos de nadie, se debe hacer una profunda reflexión sobre la cantidad y calidad de las actividades que está realizando la gente en la empresa. Esto, porque es ahí y no en otro lugar, donde se encuentra el génesis de uno de los principales problemas de México: la pobre competitividad que tenemos. Si decimos que estamos trabajando con una orientación al cliente en las organizaciones, entonces:

¿Por qué la gente sigue haciendo el mismo trabajo que hacia hace 15 años o más, si el cliente se ha movido aparatosamente de lugar?

¿Por qué se sigue trabajando para el jefe y no para el cliente?

¿Por qué nadie sabe nada sobre el cliente?

¿Por qué nadie sabe nada de los procesos de la organización?

¿Por qué nadie sabe si esta agregando o no valor con las actividades que realiza?

¿Por qué en un mundo tan dinámico e inestable, se realiza el trabajo de manera tan monótona y terriblemente aburrida?

¿Por qué prácticamente nadie se preocupa por la creación sistemática de valor?

¿Por qué la vida se ha escapado de las empresas?

La respuesta a estas preguntas es simple: porque seguimos trabajando en un Sistema de organización, que ya no responden a la nueva realidad que plantea el mundo moderno.

Por eso nuestra propuesta: una organización inteligente, dinámica, VIVA, que se mueva orientada hacia el cliente y en la que se formen emprendedores y empresarios de manera sistemática; una organización que deja de ser una contenedora de problemas, para convertirse en una generadora de soluciones.., todo esto a través de trabajar el Sistema Empresa Inteligente.

Cuando la mejora sistemática esta incardinada en la vida normal de la empresa, el progreso se produce cuasi-automáticamente, tanto a nivel de personas como de equipos, dando lugar a la empresa inteligente.

LA NUEVA FORMA DE HACER NEGOCIOS

“Negocio es sinónimo de problema;

quien busca negocios busca resolver problemas;

por lo tanto, quien quiera hacer negocios en la nueva era,

debe buscar cuales son los problemas de hoy y mañana

el negocio está en resolverlas…”

Ciento cincuenta años después, un nuevo fantasma recorre el mundo, ya no es el fantasma del comunismo, sino el de la revolución del conocimiento. En las organizaciones las cosas están cambiando de manera dramática y el mayor drama lo constituye el hecho de que en México entero, son muy pocas las instituciones que están haciendo algo realmente efectivo para adecuarse a la nueva realidad.

Las reglas del juego han cambiado: de un mercado dominado por los vendedores, hemos pasado traumáticamente a un mercado donde los compradores son quienes marcan los ritmos; las cosas ya no son igual que antes, nos encontramos en el ojo de la tormenta que deja atrás a la revolución industrial para abrirle las puertas de par en par a la revolución del conocimiento, con la triste desventaja para nosotros, como país, de no haber disfrutado las mieles completas de la era industrial que se va, y sin estar preparados para lo que se ve venir.

El cambio está en boca de todos y al parecer, los nuevos conceptos que trae consigo, están siendo entendidos razonablemente bien por un puñado de dirigentes en nuestro país; quienes han podido visualizarlo como una oportunidad. No obstante, la mayoría de ellos no están todavía listos proteccionismo, en su quehacer cotidiano, reflejando en su notoria incapacidad para dar respuesta al vivaz cliente de la actualidad.

El éxito o fracaso de los negocios no es el resultado de geniales o atroces decisiones que toma determinada persona en un momento de inspiración. Más bien, se tiene éxito o se fracasa merced a la sumatoria de pequeños aciertos o yerros, que van inclinando la balanza a un lado o al otro. El problema actual del estado exitoso de una empresa de nuestros días, es que dicho éxito presenta una vida cada vez más corta; hemos visto negocios que tienen que interrumpir de pronto sus festines de celebración de bonanza, merced a las nuevas amenazas y golpes de la competencia global, que finalmente llego hasta sus puertas.

El llamado inmovilismo técnico, consistente en la escasa labor de liderazgo que presentan algunas empresas de vanguardia, sofocadas por el exceso de administración y un exagerado análisis; se está convirtiendo actualmente en la principal causa de su agotamiento como punteros. El éxito en nuestros días, ya no es patrimonio “estable” para nadie, se convierte cada vez más en una variable relativa, cuya realidad es efímera y es in consistente en el tiempo; con lo cual solo podemos encaminarnos al éxito con un pensamiento empresarial sumamente dinámico.

Ante tal situación, es reconfortante ver empresarios que se interesan en aprender cómo enfrentar los retos de la nueva era empresarial, asistiendo a congresos, ferias y charlas y devorando libros y revistas, que los ayudan a dar respuestas a la angustiante situación que atraviesan sus organizaciones. Sin embargo, esto puede ser un arma de doble filo, pues cuando se carece de una visión personal y de negocios, se pueden perder en el mar de “QUES” que existen en el mercado, sin plantear los “COMOS”.

Aun así, sigue siendo loable que los dirigentes de las compañías se preocupen por armar nuevas estrategias, dedicándose primeramente a conocer lo que está ocurriendo en su entorno, buscando sentar las bases para desarrollar un pensamiento empresarial acorde a las nuevas circunstancias que plantea el actual ambiente de negocios.

A continuación planteo algunos puntos que debe considerar el líder empresarial en cuanto al conocimiento del entorno, para captar mejor las distintas situaciones y colocar a su compañía en la ruta de la transformación hacia una organización de clase mundial:

1. Las ideas desplazan a los átomos. Los principales ingredientes en los sistemas productivos de nuestros días son la obtención y transmisión expedida de la información, la generación, estructuración y difusión del conocimiento y la constante renovación de la realidad laboral de la gente, vía innovación tecnológica. El empresario que quiera estar en la pelea, necesita reflexionar este asunto y buscar la forma de reunir estos elementos, por que sin ellos solo flotara en el agitado mar de los negocios actuales.

2. El triunfo indiscutible de la economía de “libre empresa”. Es evidente que las economías mundiales permanecerán orientadas a los mercados, aun con el esfuerzo que realizan algunas ideologías vencidas por la historia reciente y que, inexplicablemente todavía ocupan grandes espacios en los medios de comunicación nacionales e internacionales.1

3. La velocidad: signo distintivo de la nueva economía. El empresario debe tener en cuenta que en términos de procesos, está inmerso en una verdadera carrera contra el tiempo. Actualmente, los mejores clientes se están quedando con aquellos negocios que les pueden resolver sus problemas con rapidez, y están abandonando sin la menor misericordia a las empresas que los hacen esperar en la solución de sus necesidades.

4. Factor oportunidad. Los elementos tradicionales generadores de riqueza basados en los activos “duros”, están siendo rápidamente desplazados por otros distintos –rapidez, oportunidad y habilidad en los negocios-. Aflora la necesidad de plantear una organización adecuada, es decir, sustentada en gente que de manera sistemática aprende de cada experiencia (éxito o fracaso) para mejorar en forma continua. Esto es absolutamente necesario para poder dar respuesta oportuna a las exigencias de

fondo (principalmente tiempo) y forma del cliente de la nueva Era, quien ya no quiere ser atendido por un empleado ausente que no le resuelve nada; sino por un activo intrapreneur (empresario interno) que resuelve sus problemas como lo haría cualquier empresario preocupado por no perder a su cliente.

5. La estructura operativa como complemento de la funcional. La gran movilidad que presentan los mercados del nuevo milenio en su ruta hacia la Era del Conocimiento, demanda una premisa tajante: si el cliente cambia, los procesos deben cambiar; por lo tanto, las actividades que los conforman deben hacerlo también.

Lo anterior nos lleva a la necesidad imperiosa de diseñar organizaciones flexibles, que se puedan mover (desde el punto de vista operativo) hacia donde se mueve el cliente; si no se quiere quedar obsoleto, y fuera de la carrera de la competitividad muy pronto, como está ocurriendo con aquellas entidades rígidas y anquilosadas, por su soberbia o ignorancia.

Con la nueva realidad, quedan atrás las economías de escala que presentaban las grandes empresas y se abre un amplio abanico de posibilidades para la pequeña empresa, a través de las economías de alcance-oportunidad. Las grandes compañías, por su parte, solo tienen la alternativa de reestructurarse en pequeñas entidades interconectadas en una red de negocios, donde los antiguos empleados, se conviertan en clientes y proveedores entre so, en la construcción del valor para el cliente final.

6. La distancia ya no es problema merced a la tecnología. Es saludable que para plantear su estrategia, el empresario tome en cuenta que la tecnología ha borrado las distancias. Las transacciones comerciales y las inversiones ya no encuentran óbice en este factor, ahora las transacciones exitosas dependen de la velocidad con la que se lleven a cabo.

7. Producto es, ahora, contenedor de valor. El producto o servicio contiene los valores tangibles que representan los muchos o pocos valores humanos de los integrantes de la empresa. Los líderes de los negocios de la nueva era, tendrán que dejar atrás el primitivo pensamiento de “adiestrar” a la gente, para buscar desarrollarla de manera integral, comenzando por fortalecer los valores universales, ya que estos, se verán traducidos finalmente en las acciones que conforman las actividades de la gente; mismas que constituyen los procesos, que dan por resultado los productos y/o servicios que la empresa ofrece a su cliente.

8. La gente, siempre la gente. El “recurso” humano deja de ser concebido como un recurso y retoma su valor humano. La nueva realidad exige que la gente no sea visualizada como un recurso más de la empresa: sino como la única generadora de valor. La persona se eleva por encima de su posición de “usufructuario” de los recursos o insumos del negocio, y se convierte en el administrador y capitalizador de ellos. A este trasiego, le llamamos RESCATE de la persona, ya que pretendemos que la empresa vuelva a estar integrada por personas, no por obreros, empleados o peones.

9. La misión, valores y cultura empresarial. En adelante, será imposible permanecer en un ambiente competitivo, si la cohesión y desarrollo de la empresa no se

sustentan en una misión que la enfoque hacia un destino común; en valores que le proporcione una identidad intrínseca y una cultura empresarial que acrisole un firme posicionamiento en su entorno.

10. La filosofía del trabajo se redefine en sus entrañas. El éxito del trabajador dependerá del nuevo valor que genere, estructure y difunda para que la organización se desarrollo hacia su Misión-Visión. Muy próximos están los tiempos en que el proceso exitoso de los negocios dejen fuera a los trabajadores apáticos y soberbios, manteniéndolos al margen de la creación de nuevo valor y condenándolos a realizar el trabajo “duro” de las empresas. En el nuevo enfoque del trabajo, los gélidos puestos, se convierten en cálidas posiciones de apoyo al cumplimiento de los fines de la empresa, que en conjunto se definieron.

11. El trabajo en base a valores. Es indudable que una “revolución ética” se está dando en nuestro país y el resto del mundo; el empresario poco a poco se da cuenta de que los valores humanos, al margen de las posiciones religiosas o morales, constituyen una de las mejores inversiones que pueden realizar las organizaciones.

Poco a poco los clientes están quedándose con aquellos proveedores que comparten sus valores; cada día vemos mas y mas consumidores que prefieren pagar un precio mayor por un producto generado por una empresa que trabaja acorde a sus valores; prefieren contar con un proveedor con el cual tengan este tipo de afinidad, en busca de relaciones comerciales más duraderas.

En estos puntos básicos, planteamos los principales elementos del cambio que debe tener en cuenta el empresario que desee adelantarse al futuro inminente que se desguaza sobre nosotros, y que pronto separara de manera precisa, a quienes tomaron en cuenta estos avisos que nos da la historia contemporánea, de quienes la ignoraron.

EMPRESAS DINÁMICAS Y EMPRESAS ESTATICAS

“Grave error se comete al medir la salud de la empresa únicamente por sus finanzas, pues en ellas se aprecian los efectos no las causas de sus signos vitales…”

En años pasados, en nuestro país se presentaban índices exagerados de inflación. Las grandes debilidades de las empresas permanecían ocultas bajo la ola de la incertidumbre. En cambio, en estos días, en los que los niveles inflacionarios han disminuido de manera considerable, han quedado al descubierto las fortalezas y las deficiencias de los negocios y de quienes los dirigen.

Conforme pasa el tiempo, vemos como la diferencia de los modelos administrativos de los negocios se hace más palpable; por un lado, tenemos líderes empresariales, que creen firmemente que los problemas que enfrentan sus negocios se deben a causas externas a la organización y que solo es cosa de que pase la “mala racha” para volver a vivir aquellos años, en que a base de puro talento se podía tener éxito en la empresa.

Por otra parte, están los capitanes de negocios que creen que es necesario un cambio de postura respecto al futuro de su entidad económica, ya que en la actualidad, se requiere de otro tipo de filosofía y actitud para enfrentar el arte, cada vez más difícil, de hacer negocios.

Actualmente, se presenta una dicotomía entre el dirigente empresarial que mira el pasado y que tiene a su cargo empresas estáticas, que dan la impresión de estar diseñadas para la mera supervivencia, y el dirigente que mira al futuro, que tiene a su cargo empresas dinámicas, diseñadas para el crecimiento constante y éxito.

Aquellos dirigentes que se preocupan por el futuro de las organizaciones que dirigen, son verdaderos “garbanzos de a libra”, pues todos están pre-ocupados por el presente, por los “indicadores duros” de la empresa; pero muy pocos se ocupan, en hacerle un lugar en el futuro a sus organizaciones.

Estos directivos, que buscan un futuro para sus compañías, normalmente sufren la incomprensión de los otros dirigentes que al “administrar” la empresa de manera ciega, buscando cumplir “lo que los jefes quieren”, se convierten en feroces críticos de quienes sacrifican el área de confort para arriesgarse, para que la empresa pueda sobrevivir en su devenir.

Podemos concluir estos puntos con la siguiente información:

Reflexionando respecto a lo señalado en la tabla superior, resulta evidente que es lo que debemos hacer para dirigir nuestro negocio hacia el camino del desarrollo en todos los aspectos. Es bueno recordar que el buen dirigente, no es aquel que toma muchas decisiones, sino el que enseña las directrices estratégicas para que cada quien tome sus propias decisiones.

Un buen dirigente, es aquel que trabaja con y para otras personas; aquel que asume responsabilidades; aquel que concilia intereses; aquel que detecta problemas y formula estrategias de solución; aquel que persuade y convence; aquel que toma decisiones relevantes, aquel que dirige a la gente hacia su desarrollo y a donde quieren llegar, aquel que establece metas y fija prioridades…

LOS CAMBIOS EN LA EMPRESA

“Todo lo que se vuelve obsoleto en la empresa tiene remedio; los activos, los métodos, las políticas, etc; lo único que no tiene remedio es cuando la obsolescencia llega a la mente del empresario… allí, ya no hay nada que hacer…”

Aquel otrora victorioso minorista, con desesperanza veía como su pequeño negocio languidecía inexorablemente ante la ausencia total de clientes; pregunto entonces a su exitoso vecino ¿Por qué estoy fracasando si ahora trabajo más que antes?, ¿Qué es lo que estoy haciendo mal?... “No estás haciendo nada mal”, le contesto el triunfador mercader, “lo que ocurre es que estas haciendo cosas que, buenas o malas, actualmente no tienen sentido…”

Reflexiones como estas nos ayudan, en pleno trasiego de paradigma, a ubicar tres tipos de empresarios:

- Los que saben que las cosas cambiaron y además saben cómo adecuar sus empresas a dicho cambio;

- Los que saben del cambio pero ignoran como aterrizarlo hacia el interior de sus unidades económicas y, por último,

- Los que aun ignoran que las cosas cambiaron y lógicamente, no tienen la más remota idea de cómo permear tales cambios al interior de sus compañías.

Actualmente, muchos dirigentes de negocios se encuentran desconcentrados; a pesar de que cada vez trabajan más, motivan mejor a su personal, abren más temprano y cierran m as tarde sus operaciones, pero financieramente cada vez les va peor. Esto se debe a una cosa muy simple; están haciendo cosas que, en la nueva arena económica, ya no tienen sentido ; no captan que lo que se tiene que hacer es rediseñar, es decir, reinventar su negocio de acuerdo a las reglas actuales del juego.

Es triste ver a empresarios aferrados, queriendo estirar el éxito del ayer, donde simplemente ya no hay negocio; pretendiendo continuar trabajando de acuerdo a las viejas condiciones de competencia, en medio de un tormentoso mercado actual que manda a la lona a los negocios lerdos, y que cambia a la velocidad de la luz.

Lo primero que debe entender quien quiera hacer negocios de la nueva manera, es aceptar que actualmente actuamos en un mercado de compradores y no en uno de vendedores, como estábamos acostumbrados.

En el futuro que ya tenemos encima, la ventaja sostenida y los resultados permanentes, giraran en torno a la habilidad empresarial de elevarse por encima de los cambios actuales y poseer los principios sencillos y universales, que conjuntan todos los secretos del éxito en la dirección de negocios.

El gran secreto de los negocios actuales y de todos los tiempos, es algo muy sencillo, y consiste en: mantener contentos a los clientes, a los Colaboradores y a los socios de la empresa. Todo lo demás que se haga o se deje de hacer en la empresa, gravita alrededor de este principio.

Todos los negocios que han quebrado en el mundo, lo han hecho por qué no han podido, o no han querido atender este principio universal.

Para llegar a ser un “ciudadano del mundo”, en este nuevo macrocosmos económico, debemos aprender los nuevos conceptos claves de la nueva realidad globalizadora. Desgraciadamente, vemos que muchos empresarios se sienten ofendidos, cuando se les dice que necesitan aprender a tomar decisiones exitosas, sin embargo, los resultados que vemos en sus unidades económicas, nos indican que siguen cometiendo costosísimos errores por el desconocimiento de conceptos tan simples – vistos a la luz del nuevo paradigma-, pero totalmente invisibles bajo la óptica de los viejos esquemas que se niegan a abandonar.

La base de la nueva forma para hacer negocios exitosos se encuentra en la mente del líder; hoy por hoy, el mega-activo más rentable de la empresa moderna. Cabe señalar que el líder del negocio NO ES rentable trabajando, sino pensando.

El cambio del que todo el mundo habla pero pocos entienden, no es un simple cambio de modelo administrativo; en realidad estamos hablando de las bases para una redefinición total en el ser y quehacer de las organizaciones, cuyas premisas ya se empiezan a conocer en sus “QUES”, pero no en sus “COMOS”.

La óptica empresarial para llegar a entender este cambio, es precisamente reorientar las estructuras empresariales a esta nueva era; pero, para que esto llegue hasta sus últimas consecuencias, es necesario reenfocar el sentido del trabajo, porque NO se puede lograr el dinamismo y capacidad de respuesta que exige esta nueva etapa histórica, con empleados que son punto menos que robots, cuyo pecado capital es precisamente pensar y actuar como empleados, cuando la nueva realidad exige que todos los integrantes de la organización piensen y actúen como empresarios.1

Hoy en día, la organización debe ser una empresa de empresarios, no de empleados. Pero el problema empieza con el mismo dirigente de la empresa, quien se resiste a pensar como un verdadero empresario; la realidad es que muchos de ellos están acostumbrados a pensar como empleados de di mismos (si la empresa es pequeña), o de un sistema ciego, si es una empresa grande.

Para comprobar lo anterior, basta con revisar las actividades que el líder ejecuta todos los días, pues encontramos que se le va el tiempo en cumplir funciones operativas que cualquiera pudiera hacer si es entrenado; lo anterior, lo hace olvidarse por completo de las actividades vitales, que solo el puede realizar y, como no las ejecuta, simplemente ocurre que la empresa está a la deriva, a merced de los buenos o malos tiempos, para que vaya bien o mal.

La nueva forma de hacer negocios, exige contar con líderes empresariales con una gran capacidad autocritica, para actuar como afirman algunas instituciones: “acorde al tiempo y eterno al espíritu…”; es decir, con un liderazgo sumamente dinámico, donde la sustancia de este pensamiento, radica en el hecho de considerar el conocimiento como activo de la empresa.

No queda duda de que la rapidez con la que aprenda el equipo humano de las organizaciones, se convertirá en el futuro inmediato, no solo en una fuerte ventaja competitiva, sino en LA ventaja competitiva de la empresa.

Hablamos de que será su ventaja competitiva profunda, ya que, en la medida en que avanzamos en esta nueva era, los productos y servicios que la empresa ofrece al mercado presentan una vida cada vez mas efímera, por lo cual, resulta sumamente peligroso descasar la ventaja competitiva de la organización en uno de ellos. En la actual circunstancia, el utilizar esta “ventaja” solo le dará supremacía al negocio durante unos cuantos meses, esto, mientras la competencia copia o mejora el producto o servicio.

Por ello, la nueva estrategia empresarial descansa en el desarrollo de la gente de manera sistemática, para que esta pueda resolver de forma competitiva los problemas del cliente y, como resultado, contribuir al crecimiento continuo de los actores de la empresa.

Ya no hay que buscar afanosamente la productividad, esta se agoto sustancialmente, pes: ¿Qué mas le podemos sacar a la gente desde el punto de vista psico-mootriz, como se ha hecho hasta ahora? Estos esquemas de productividad basados en el “bulto” de la gente, ya no tienen sentido en un macrocosmos que cambia todos los días; hoy por hoy, la estrategia tiene que ser de barrido y no de parches. En la nueva forma de hacer negocios, sistematizar el nuevo conocimiento que genere el Equipo Humano, será el factor que determinara el liderazgo de mercado de las empresas que lo busquen.

La satisfacción plena y continua del cliente de los próximos años dependerá, en sustancia, de cuatro factores : INNOVACIÓN, CONOCIMIENTO, RAPIDEZ Y OPORTUNIDAD. Al baúl de los recuerdos tendrán que irse los anteriores factores claves de la generación de riqueza que eran: TRABAJO, TIERRA Y CAPITAL.

Estas son algunas de las bases de la nueva visión empresarial, alfa y omega de los negocios exitosos de los próximos años.

El IPADE Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas, propone 5 actividades que desarrollan las empresas inteligentes, cada una de estas actividades requiere, además, de una actitud mental, herramientas propias y un modelo de conducta.

1. Solución “sistemática” de problemas. Se insiste más en “datos” y “hechos” que en suposiciones, además de auxiliarse con herramientas muy simples de estadísticas.

2. Experimentación con nuevos enfoques. Esto comporta la búsqueda sistemática de nuevos conocimientos, motivada por la oportunidad para expandir horizontes. A través de Programas continuos y Proyectos de experimentación.

a. Programas continuos: se pretende asegurar un flujo constante de ideas, con un sistema de incentivos que favorezca el tomar riesgos, cuando los beneficios sean superiores a los costos. Intentando habilitar o capacitar a gerentes y empleados para conducir y evaluar experimentos.

b. Proyectos de experimentación: implica la implementación de políticas y guías para proyectos futuros, se establecen precedentes. Para un buen desarrollo de los proyectos y la experimentación, debemos procurar equipos multifuncionales especialmente si se busca compromiso.

3. Aprendizaje de su propia experiencia y de su historia pasada. En efecto el conocimiento obtenido de los errores es fundamental para alcanzar éxitos subsecuentes, porque, dicho simplemente, el fracaso es un excelente maestro.

4. Aprendizaje de los demás, de las experiencias ajenas y de lo que hacen bien. Aprendizaje de los demás, Benchmarking, es una investigación continua y una experiencia de aprendizaje la cual asegura que se están observando las mejores prácticas del sector, que se analizan y se adoptan e implementan.

5. Transferencia de conocimiento rápida y efectivamente a través de la organización. Se recomiendan desde sencillos reportes - orales, visuales, escritos - , visitas y “tours”, hasta estrategias de rotación de personal, intensos programas de capacitación y entrenamiento e incluso programas de estandarización.

Para lograr una empresa inteligente es indispensable ser una empresa con capacidad de aprendizaje o bien que quiera aprender. Las empresas aprenden, en ocasiones, como le llamamos comúnmente a golpes, ya que es indispensable en el entorno actual aprovechar al máximo todos sus recursos, haciendo destacar a su capital humano; por lo cual se requiere una dirección adecuada.

Es así que las empresas van comprendiendo que una de las claves para el éxito se encuentra en el sistema de dirección de capital humano. Para lo cual es necesario dotar, dentro de una cultura de colaboración, aprendizaje y sentido de responsabilidad, a la organización y a las personas de:

- Buen liderazgo

- Comunicación

- Motivación

- Visión estratégica

- Coordinación

Otros elementos indispensables dentro de las empresas inteligentes son el desarrollo de la creatividad y la innovación, tanto en forma institucional como individual, es decir, lograr que sus empleados de cualquier nivel produzcan conocimiento de sus áreas.

La creatividad se entiende como la capacidad para combinar ideas de una manera original o establecer asociaciones poco comunes entre las mismas. Por ejemplo la empresa Casio al integrar un reloj con calculadora y agenda, ahora se tiene relojes con cámara fotográfica. La empresa que estimula la creatividad desarrolla enfoques nuevos las cosas o soluciones singulares para los problemas.

La innovación se entiende como un proceso consistente en convertir en una solución a un problema o una necesidad, una idea creativa. Un negocio que diseña un servicio de entrega de un producto que normalmente se tiene que acudir a una tienda y se hace a domicilio, por ejemplo.

Como construir una Organización con una autentica capacidad de aprendizaje.

Peter M. Senge en su libro La Quinta Disciplina, propone cinco tecnologías de componentes, para lograr organizaciones que tengan el propósito de aprender y aplicar el aprendizaje dentro de la misma:

Pensamiento Sistémico.- Es un marco conceptual, un cuerpo de conocimientos y herramientas que se han desarrollado en los últimos cincuenta años, para que los patrones totales resulten más claros, y para ayudarlos modificarlos.

Dominio Personal.- Es la disciplina que permite aclarar y ahondar continuamente nuestra visión personal, concentrar energías, desarrollar paciencia y verla realidad objetivamente. Aquí interesan ante todo las conexiones entre aprendizaje personal y aprendizaje organizacional, los compromisos recíprocos entre individuo y organización, el espíritu especial de una empresa constituida por gentes capaces de aprender.

Modelos Mentales.- Son supuestos hondamente arraigados, generalizaciones e imágenes que influyen son nuestro modo de comprender el mundo y actuar. La disciplina de trabajar con modelos mentales empieza por volver el espejo hacia adentro: aprender a exhumar nuestras imágenes internas del mundo, para llevarlas a la superficie y someterlas a un riguroso escrutinio. También incluye la aptitud para entablar conversaciones abiertas donde se equilibre la indagación (actitud inquisitiva) con la persuasión, donde la gente manifieste sus pensamientos para exponerlos a la influencia de otros.

Construcción de una visión compartida.- Es la capacidad para compartir una imagen del futuro que se procura crear. Cuesta concebir una organización que haya alcanzado cierta grandeza sin metas, valores y misiones que sean profundamente compartidos dentro de la organización.

Aprendizaje en equipo.- Comienza con el dialogo, la capacidad de los miembros del equipo para suspender los supuestos e ingresar en un autentico pensamiento conjunto.

La importancia de la gestión del conocimiento.

Por gestión del conocimiento se puede entender como capturar, almacenar y disponer de los datos básicos que forman el núcleo del conocimiento de una empresa. Algo que se logra combinando personas, procesos y tecnologías para compartir información y ganar competitividad. Partiendo de la idea, en este mundo cada vez más competitivo, de lo fundamental que es aprovechar cualquier conocimiento que una empresa puede poseer.

Es necesario establecer las prioridades para la selección de la información adecuada, la cual proviene de tres fuentes: los empleados, la misma empresa y elementos externos (clientes, competidores, etc.). Anteriormente se había mencionada de la necesidad de las empresas inteligentes de crear una cultura de colaboración es por eso la importancia de convencer a la gente (empleados, jefes, directores, etc.) que debe compartir la información. Con la intención de formar sistemas de información, que facilite la generación del conocimientos y así mismo la toma de decisiones de la empresa.

Como estrategia empresarial se necesita implementar un sistema de gestión del conocimiento, considerando que se requiere bases de datos u otros tipos de depósitos de información, de fácil acceso para quienes lo requieran, así como construir formas eficientes de comunicación. Dentro del ciclo del aprendizaje se refleja el proceso continuo a través del cual las empresas que aprenden desarrollan planes, los implementan, reflexionan, y así corrigen y ajustan los planes en el sentido que sea necesario.

Nonaka y Takeuchi, analizan en profundidad la problemática relativa a la creación de conocimiento en las organizaciones. Para los mismos, la creación de conocimiento organizativo es la clave para asegurar la evolución de la organización. La creación continua de conocimiento es la que garantiza, precisamente, que la organización cambie y evolucione.

La misión de la empresa del futuro tendrá que asumir este doble reto de responsabilidad: ser un gran motor de las relaciones humanas (y por lo tanto de la cultura) y trascender el estrecho cerco institucional en que transcurrió por el siglo XX (algunas de ellas con éxitos espectaculares), para proyectarse y reconstruirse en un escenario de porvenir sustentable. (Siliceo, Casares, Martínez; 2004: 100).

Podemos concluir que para llegar al éxito con la tecnología, es necesario, tener cultura de la información. Sin la existencia de personas preparadas para aprovechar la infraestructura, ésta no sirve de nada. Por lo que se requiere de un buen tratamiento del factor humano, una adaptación de la empresa y de sus procesos.

Para iniciar y alcanzar el proceso de transformación se abren cuatro rutas.

1. La normativa interna de la empresa debe comprometerla a desarrollar, mantener, facilitar y emplear las capacidades humanas esenciales de todos aquellos vinculados a la empresa, hasta donde sea posible.

2. Por medio de la formación y de la educación, ampliar las capacidades humanas esenciales que incluyen las habilidades, conocimiento, comprensión y actitudes para entender las necesidades de los demás y poder trabajar en red con ellos.

3. Utilizando la formación y el desarrollo, formar un todo con todos los recursos citados para que se conviertan en competencias útiles para la empresa y para su competitividad. 4. Desarrollar principios nuevos y análisis en profundidad para poder poner en práctica todo lo anterior de forma más productiva y humana.

Afirma Peter Senge, autor del libro "La Quinta Disciplina" que una empresa inteligente es aquella que está organizada de forma consistente con la naturaleza humana. Este autor indica que deben desarrollarse cinco tipos de competencias:

1. Calidad de juicio. Pensar en las organizaciones y en sus entornos como sistemas en los que existen conexiones de manera que una actuación en una parte afecta al sistema en su conjunto. Nos permite la visión a largo plazo y ver todos y no partes.

2. Dominio personal. Es la competencia para clarificar y profundizar en la visión personal, captando más claramente la realidad, para ver relaciones más que recursos aislados y pautas o estructura más que acontecimientos aislados.

3. Gestionar los modelos mentales. Aflorar nuestras visiones internas del mundo, cómo funciona para, una vez en la superficie, someterlos a escrutinio. Requiere la práctica de la conversación que equilibra la indagación de las posiciones de los demás y la defensa de las nuestras, es decir exponer nuestro pensamiento y estar abierto al de los demás.

4. Armonizar las visiones personales. Es la capacidad de liderazgo para construir una visión compartida por toda la empresa. Las visiones son siempre personales y por eso tienen que ser armonizadas por quienes dirigen, no por medio del "mando y control" sino porque toda la empresa lo desea.

5. Aprendizaje en equipo. Los equipos inteligentes están formados por personas inteligentes. El trabajo en grupo no puede ni debe aplastar al individuo.

Aunque para desarrollar e implantar todo lo anterior, la empresa puede necesitar la ayuda de un consultor, éste debe ser un mero facilitador de los procesos para que posteriormente sean asumidos por la propia empresa.

PROPÓSITO.

La presente investigación, presenta el fiel propósito de desenmascarar las características consideradas como elementales para el buen funcionamiento de una empresa, o lo que en su contexto manda, para que una empresa sea inteligente.

Esta descripción, se realiza con el fin de conceptualizar un punto de referencia para investigaciones posteriores que aludan al tema en un futuro próximo.

Aunado a lo anterior, nos constituimos en las instalaciones de una empresa local, la cual consultamos para comparar el funcionar de una empresa local con el de una empresa inteligente.

Hipótesis

Las empresas locales tuxtlecas cumplen íntegramente con los requisitos establecidos para ser empresas inteligentes.

METODOLOGÍA

Participantes

1ra. Línea de Investigación

En la presente investigación se contara con la participación de 4 investigadores, pertenecientes al Sexto grado grupo “único” de la carrera de Ingeniería en Gestión Empresarial del Instituto Tecnológico de Tuxtla Gutiérrez.

Nombre de los investigadores:

Cruz López Carlos Cristian

De la Torre Jamangape Rafael Antonio

Gómez Navarro Astrid

Trejo Tóala Miguel Ángel

2da. Línea de Investigación

Conformado por el doctor contador Octavio Rolando Lara Martínez catedrático de la materia Diseño Organizacional, que aporto sus conocimientos para la instrucción de cada segmento de este estudio, asesorando y explicando todos aquellos aspectos confusos, al mismo tiempo dándoles revisión y corrección al contenido del mismo.

Materiales

Para poder realizar el estudio se necesito de una cantidad considerable de aspectos físicos que en ausencia de ellos fue necesario el comprarlos:

Procedimiento (diseño metodológico)

Esta investigación se realizará bajo un enfoque mixto-inductivo, utilizando un diseño no experimental-transversal. Será bajo un enfoque mixto ya que mediante la recolección de datos a través de una encuesta y él análisis de los resultados arrojados por la misma se comprobara la hipótesis. Asimismo, la investigación tiene un alcance descriptivo porque únicamente pretende determinar las características de una empresa inteligente y la aplicación de estas en las empresas locales. Además se efectuará mediante un diseño no experimental-transversal, ya que no existe la manipulación deliberada de alguna variable si no solo la observación y transversal ya que la recopilación de datos que permitan su descripción, se llevara a cabo en un solo momento.

RESULTADOS.

Nos constituimos en las instalaciones de la empresa denominada “TACO´N MADRE”, ubicada en: Av. Central y 1ª Ote. s/n en la Del. Terán, en la cual aplicamos el instrumento de medición a los directivos de la empresa representados por José Luis Nolasco García Administrador general de la empresa, y de acuerdo a lo obtenido y respetando el orden establecido en el instrumento de medición se presentan los siguientes resultados:

1. Los directivos de la empresa NO conocen el termino de empresa inteligente, por tanto, desconocen las características del mismo, aun así, aplican alguno de estos.

2. Al ser de nueva creación, la empresa cuenta con una misión joven, lo cual no omite el que se tenga clara la idea, o sea del conocimiento de los trabajadores.

3. Al igual que la misión, la visión es joven y cumple con las características mencionadas en la misión.

4. A pesar de ser una empresa que cuenta con 3 meses de vida, la rotación de empleados ha sido considerable, es por ello que al pasar de los mismos, y en un principio, a falta de misión y visión, la mayoría de trabajadores desconoció estas. Actualmente, con la aplicación de una misión y visión, y con trabajadores más estables, estos, ya conocen y tienen clara la misión y visión de la empresa.

5. La empresa tiene objetivos a corto, mediano y largo plazo. Una de las inversionistas comento ser Licenciada en Administración, y fue ella quien presento la idea de los mismos y el método a seguir para poder emplearlos.

6. No se acepta la opinión de los trabajadores para aportar posibles soluciones a los problemas de la empresa. El administrador fue claro, los problemas los resuelven los inversionistas en conjunto con la administración y nada más.

7. Se acepta la participación de los trabajadores en las decisiones de la empresa. A diferencia de la no aceptación en la aportación de ideas en los problemas, para tomar decisiones respecto a las modificaciones y lanzamientos, los trabajadores si son considerados y se les consulta tomándolos como referencia para futuras modificaciones.

8. Se fomenta el trabajo en equipo. Al ser una empresa de comida rápida/cenaduría el trabajo en equipo es indispensable, pues la agilización del proceso es uno de los factores que encaminan a la empresa hacia el éxito.

9. La empresa intenta no inmiscuirse en los problemas de los trabajadores. A pesar de que la política de la empresa manda que se deben dejar los problemas afuera de la misma antes de empezar a laborar, ocasionalmente se consulta a los trabajadores respecto a su vida personal y se les apoya cuando este, se encuentra dentro de los alcances de la empresa.

10. El trato con los trabajadores es dinámico. Resultado de la fomentación del trabajo en equipo, el trato con los trabajadores es constante y se suele charlar con ellos cuando se tiene la oportunidad.

11. Se aprende de los errores. Es de humanos y empresas errar, pero es de lideres el caer y saberse levantar, lejos de esconder y después justificar los problemas, se toman como experiencia y se busca aprender de ellos para no volver a caer en los mismos.

12. A la presencia de conflictos se permite el apoyo del equipo de trabajo. Aunque los conflictos entre los integrantes de la empresa no es frecuente, al existir estos se permite la aportación de ideas para solventarlas de los trabajadores.

13. La retroalimentación es limitada.

14. La relación con los trabajadores no ha sido buena. Argumenta el administrador que en un principio, las cosas no fueron fáciles y el apoyo por parte de los trabajadores era nula, y que conforme a avanzado el tiempo, los trabajadores han sido más honestos y entregados en su trabajo. Se intenta fomentar la amistad para reforzar vínculos con los trabajadores, aun que en un principio no fue así.

15. El equipo de trabajo es responsable y comprometido. Como ya se comento, en un principio los trabajadores no contaban con la responsabilidad ni el compromiso que cumplieran con las expectativas de los directivos, pero actualmente se cuenta con trabajadores responsables y comprometidos ya que se cuenta con una misión y visión bien definidas.

16. Se realiza capacitación a trabajadores. Entendiendo que es parte del éxito de una empresa, los directivos emplean tiempo en capacitación para los trabajadores aun que esta es mínima.

17. El origen de los problemas de la empresa son tanto internos como externos. Comentan los directivos que ha existido falta de iniciativa para elaborar publicidad, que muchos de sus consumidores llegan argumentando que no conocían del local y que al pasar por ahí decidieron pararse a “probar” lo que tenían que ofrecer, aunado a lo anterior, el regreso a clases ha formado parte del “bajón” que comentan los directivos.

18. La investigación es empírica. Al no contar con los recursos necesarios, los directivos argumentan que se encuesta a los comensales (sin cuestionario predefinido) sobre el que opinan respecto a la empresa y sus productos. De igual manera, para el lanzamiento de productos, solamente se guían en el que sus productos son innovadores y no se encuentran en otro sitio dentro del mercado.

19. La innovación forma parte de la empresa. Como se comento en el punto predecesor, la innovación es la base medular para el lanzamiento de los productos, aun que se carece de un trabajo de investigación.

20. Se sabe y se aplica el valor agregado. La inversionista ya mencionada en reiteradas veces, comento que conoce y lo que conoce del término valor agregado, argumentando acertadamente sobre la definición y aplicación de este. Los productos cuentan con valor agregado, pues tanto el servicio como los ingredientes empleados en la elaboración de estos son de calidad, además de que, al contar con productos diferentes de los productos, estos son regalados como parte de bonificación por compra.

21. La empresa es rentable. Por último, los directivos comentaron que la empresa ha sido rentable desde el inicio, pues las ganancias percibidas desde la apertura de esta, han sido mayores a las expectativas planteadas antes del lanzamiento de esta, además de que se sienten cómodos con lo logrado y se divierten en la gestión del mismo.

DISCUSIÓN.

En función a lo antes planteado, hemos llegado a la conclusión de que la empresa es inteligente. Si bien no cuenta con capital destinado a la investigación o participación al cien por ciento de los trabajadores en la toma de decisiones, somos conocedores de que estos factores son causa de la juventud de la empresa. Por lo que pudimos observar respecto al entusiasmo de los directivos, podemos concluir además de que estos tienen muy presente el hacer de esta, una empresa de éxito.

Si bien existen las características de una empresa inteligente en esta empresa de nueva gestión, dichas características deben ser reforzadas, pues el empirismo no es un método a seguir dentro de las empresas inteligentes.

En la aplicación del instrumento de medición, los directivos comentaron estar seguros de lo que hacen, pero que a pesar de ello, están dispuestos a recibir el asesoramiento en relación al manejo del capital humano, la aplicación de valor a los productos y la fomentación a la investigación.

Con relación al asesoramiento o consejos a presentar a la empresa, nos limitamos a argumentar que la presentación de las mismas dependerá de un estudio minucioso-constante dentro de la empresa. Observando las variables dinámicas especificas que se desenvuelven dentro de ella para llegar a conclusiones concretas, motivo por el cual, en este trabajo nos limitamos a presentar solamente lo observado en este proceso de investigación.
Fecha
04/Oct/2011
Etiquetas
Empresas inteligentes recurso humano empresa organizaciones Liderazgo generativo
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