Sea auténtico, le ayudará a tener éxito.

El mercado moderno demanda una amplia gama de habilidades de la gente. Pero ¿qué cualidades centrales son esenciales para al progreso profesional, independientemente de la industria o el trabajo? Pregunta formaulada por Nyasha Dhliwayo, desde Harare (Zimbabue).

Para responder a este interrogante se podría escribir todo un libro y así ha sucedido miles de veces, si no es que más. Muchos expertos aseguran que el progreso profesional es función de todo tipo de cosas, desde la confianza personal extrema hasta la humildad excesiva (o ambas, al mismo tiempo).

Sin embargo, otros argumentan que el éxito profesional relevante deriva de comportamientos más siniestros, como ambición insensible o narcisismo desencadenado. Y además, está todo el vagón del 'pensamiento positivo', que afirma que lograr triunfos es primordialmente una función de creer que se puede.

En resumen, existen tantos consejos contradictorios sobre los componentes centrales del éxito que pueden reducirse a un suspiro cansado de: "Lo que sea".

Lo anterior es correcto, porque le sugeriríamos que realmente no puede manipular su camino al éxito con cambios de personalidad o incluso con modificaciones importantes. De hecho, le diríamos justamente lo contrario. Lo más poderoso que puede hacer para avanzar es, bueno, ser genuino; es decir, no sea falso. Como cuando se esfuerza, cuando suda, se carcajea o se preocupa. Como cuando es auténtico.

Sí, sí, sabemos que la alta jerarquía del mundo corporativo está integrada parcialmente por refinados superexitosos que al mismo tiempo parecen saber todo y ser indescifrables. Son fríos, equilibrados, casi digitalmente intensificados en su apariencia.

Pero tales ejecutivos de hielo, aun los de mayor habilidad técnica, raramente alcanzan las verdaderas alturas. Simplemente están demasiado lejos como para apelar a la gente. Pueden dirigir, pero no pueden motivar.

Ahora bien, no estamos diciendo que la autenticidad es la única cualidad que necesita para avanzar profesionalmente. Todos saben que para tener éxito en el mercado actual mundial y competitivo, también se debe ser inteligente, curioso y altamente colaborador. Tiene que ser capaz de trabajar con diversos equipos e impregnarles inercia como gerente para ascender juntos.

Necesita montones de energía positiva, el estómago para tomar decisiones difíciles afirmativas o negativas y resistencia para ejecutar y cumplir con el trabajo. Y, por tanto, tiene que poseer autoconfianza y humildad al mismo tiempo. Esa combinación es llamada madurez. También añadiríamos otras dos cualidades a la lista de esenciales.

Una es elasticidad y resistencia para trabajo pesado; requisitos porque cualquiera que realmente esté comprometido se equivoca en cierto punto. De lo contrario, no está esforzándose lo suficiente.

Pero cuando le llegue su turno, no cometa el error humano de pensar que avanzar está relacionado con minimizar lo que sucedió. La gente más exitosa de cualquier trabajo siempre se hace cargo de sus fallas, aprende de ellas, se reagrupa y vuelve a iniciar con renovado ritmo, vigor y convicción.

La otra cualidad que mencionaríamos realmente es especial pero bastante rara: la habilidad para ver lo que se aproxima, de anticipar lo radicalmente inesperado. Ahora bien, prácticamente nadie inicia su carrera con un sexto sentido para prever cambios en el mercado. Se necesitan años, incluso décadas, para pulsar lo que piensa la competencia y qué producto o servicio querrán eventualmente los clientes _ una vez que sepan de su existencia.

Entre más pronto desarrolle esta agudeza, y entre más la afine, más avanzará. Pero tampoco sucederá si usted no es auténtico. Piense en la autenticidad como su piedra angular, su centro, y no permita que ninguna organización se la arranque, sutilmente o de otra forma. Eso llega a suceder. Las empresas tienen facilidad para presionar a la gente, particularmente al principio. No es que suceda a raíz de una planeación consciente, por supuesto. Pero muchas organizaciones logran influir subrepticiamente sobre las personas para que sean del tipo genérico que mantiene todo bien ordenado.

Mientras tanto, si usted se exhibe abiertamente, los jefes se pueden quejar de que es demasiado emotivo o intima en demasía con los compañeros de trabajo, o se altera mucho en las reuniones. En sus evaluaciones de desempeño se leerá: "Tom tiene algo de potencial, pero simplemente no encaja", o "Sally necesita algo de pulido, pero con asesoría su intensidad podría emparejarse".

No obstante, con el tiempo, si tiene todo lo demás en términos de talento y habilidades, su sentido humanitario llegará a ser su virtud más atractiva para una organización. Su equipo y sus jefes sabrán quién es usted realmente, qué tipo de gente atrae y qué clase de desempeño pretende de los demás. Su sinceridad lo hará accesible, se conectará con los demás y los inspirará. Dirigirá.

Por tanto, regresando a su pregunta: sí, el mercado moderno demanda que la gente posea una amplia gama de habilidades para lograr éxito. La mayoría las tiene que adquirir, desarrollar y refinar. Pero una de ellas - la más importante- ya está dentro de usted, lista para ser liberada. No se interponga.


fuente:emprendedoresnews.com